El Centro en Movimiento II
Máquinas e imaginarios
Centro Cultural Kirchner - Buenos Aires, Argentina. Curaduría Rodrigo Alonso (2018)
Esta segunda edición
de El centro en movimiento orienta su
mirada hacia las dinámicas generadas, inducidas o sugeridas por las máquinas.
La introducción de éstas en la sociedad, la industria y las artes ha modificado
la manera en la cual nos relacionamos con el mundo. No sólo porque ha imprimido
una movilidad generalizada a nuestro alrededor sino, además – y quizás
principalmente – porque ha transformado en forma radical los modos de percibir
nuestras realidades y nuestro entorno.
This second edition of The Center in Movement directs its gaze towards the dynamics generated, induced or suggested by machines. The presence of machines in society, industry, and the visual arts has modified the way in which we relate to the world. Not only because it has brought a generalized mobility to our surroundings, but also - and perhaps mainly - because it has radically transformed the way we perceive our realities and our environment.
Una sala íntegra está dedicada a
homenajear la tradición cinética del arte argentino. En ella, Eduardo Rodríguez
y Perla Benveniste – dos precursores de esta corriente en nuestro país – nos
brindan un sucinto panorama de sus producciones, que incluyen torres de metales
en rotación, cajas de acrílicos giratorios, experimentaciones con elásticos
tensionados, etc.
A su alrededor, se observan algunas derivaciones heterogéneas de esta vertiente estética que vio la luz en la década de los sesentas. Mariana Villafañe construye una geografía virtual de figuras geométricas cambiantes. Paula Rivas erige una torre de esferas que se desplazan con una cadencia hipnótica, mientras Diego Alberti da vida a una instalación lumínica de referencias cósmicas. Mariela Yeregui, por su parte, aporta la complejidad de una coreografía robótica.
Rodrigo Alonso
A su alrededor, se observan algunas derivaciones heterogéneas de esta vertiente estética que vio la luz en la década de los sesentas. Mariana Villafañe construye una geografía virtual de figuras geométricas cambiantes. Paula Rivas erige una torre de esferas que se desplazan con una cadencia hipnótica, mientras Diego Alberti da vida a una instalación lumínica de referencias cósmicas. Mariela Yeregui, por su parte, aporta la complejidad de una coreografía robótica.
Rodrigo Alonso
An entire room is dedicated to honoring the Argentinean kinetic art tradition. In it, Eduardo Rodriguez and Perla Benveniste - two precursors of this movement in our country - give us a brief overview of their productions, which include rotating metal towers, rotating acrylic boxes, experiments with tensioned elements, and so on.
Around them, we can observe some heterogeneous derivations of this aesthetic trend that was born during the sixties. Mariana Villafañe builds a virtual geography of changing geometric figures. Paula Rivas creates a tower of spheres that move with a hypnotic cadence, while Diego Alberti gives life to a luminous installation of cosmic references. Mariela Yeregui, on the other hand, brings the complexity of a robotic choreography.
Rodrigo Alonso
Around them, we can observe some heterogeneous derivations of this aesthetic trend that was born during the sixties. Mariana Villafañe builds a virtual geography of changing geometric figures. Paula Rivas creates a tower of spheres that move with a hypnotic cadence, while Diego Alberti gives life to a luminous installation of cosmic references. Mariela Yeregui, on the other hand, brings the complexity of a robotic choreography.
Rodrigo Alonso
